jueves, 5 de noviembre de 2015

El declive del Ala Aérea de los portaaviones de EEUU.

Los portaaviones de EEUU, debido a la composición de su Ala Aérea típica, tienen cada vez menos capacidad de ataque (peso de las municiones que pueden transportar los aviones de ataque) y menos alcance.

Como es sabido, durante los años 90 (desde la cancelación del A-12) hasta la actualidad, la US Navy ha estado cambiando el Ala Aérea de sus portaaviones realizando falsas economías. El resultado es que de un Ala de unas 90 aeronaves en los años 80 se ha pasado a una de 50. Si en los 80 había una amplia diversidad de aviones especializados con una gran autonomía la mayoría, ahora el Ala está monopolizado por cazabombarderos Hornet y Superhornets, aviones polivalentes de escasa autonomía y una capacidad de carga limitada.

En un entorno mundial cuyo régimen militar es el de la revolución madura en los asuntos militares, la capacidad de ataque antibuque basada en tierra incrementa su efectividad y alcance de forma considerable, haciendo muy vulnerables plataformas como los portaaviones. Que el alcance de ataque a tierra desde los portaaviones sea en la actualidad tan reducido, hace que los grupos de combate de la US Navy queden sin capacidad de contraataque y réplica por el espacio de cientos, e incluso miles, de kilómetros contra las capacidades de la A2/AD china equipada con DF-21, J-20, Tu-22, etc.

Es muy significativo que el actual tipo de ala tenga una gran deficiencia respecto a cuando los portaaviones americanos estuvieron equipados con el bombardero nuclear embarcado A-3 (años 50), o cuando los Intruder y Skyhawk podían ser reabastecidos en vuelo por los KA-3 (años 60).

En el estudio del CNAS titulado Retreat from Range: The Rise and Fall of the Carrier Aviaton, se hace una revisión detallada de la evolución de las capacidades de las alas embarcadas desde los años 20 hasta la actualidad en base a tres parámetros: 1) número de aeronaves, 2) capacidad de carga de municiones de ataque y 3) alcance de los aviones de ataque.

Se ha dicho muchas veces, con razón, que los portaaviones son muy vulnerables en la guerra naval antiacceso y negadora de área actual. El portaaviones, según algunos, podría tener los días contados. Es algo que se escucha en realidad desde los años 80, cuando la URSS puso en jaque a los grupos de combate americanos cuando desarrolló los Tu-22 y los SSGN Oscar y Oscar-II. Ahora que los EEUU tienen el principal foco de su política militar en China (JOAC, AirSea Battle, Third OffSet), se dice que los portaaviones americanos vuelven a ser igual o más vulnerables a cuando lo fueron a fines de los años 80, por lo que sería mejor abandonar los grupos de combates aeronavales por algún tipo de aproximación compensatoria y asimétrica contra China.

El argumento parece muy razonable, pero ello deja que la batalla por el espacio aéreo sería dejada prácticamente en exclusiva a bases en tierra. El problema es que las bases aéreas que tendrían que hacer frente a China (como Kadena o Guam) son mucho más vulnerables a ataques chinos de lo que puede serlo un portaaviones. Si se reduce el número de portaaviones y no se incrementa su ala embarcada, tanto en cantidad de aviones como en el alcance de los mismos, no habrá nada que se interponga a algún intento chino de controlar el mar de China y el espacio aéreo al rededor de Taiwán (una vez destruyese las bases aéreas). Sin superioridad aérea, cualquier aproximación militar de EEUU a China está condenada al fracaso. La solución, por lo tanto, sería la de unos portaaviones con aviones embarcados más grandes o que pudieran operar a mucha más distancia que la actual y con más capacidad de permanencia (aviones no tripulados). En cualquier caso, son las pobres características del F-35 en cuanto a alcance, su casi nulidad en cuanto a combate aéreo (ver aquí y aquí) y su limitada capacidad de carga, lo que verdaderamente condena a los portaaviones americanos actuales frente a un posible conflicto futuro con China o cualquier país costero con capacidades A2/AD.

A continuación, las imágenes del citado estudio del CNAS que ilustra la evolución del ala embarcada en los portaaviones de EEUU, así como las posibles opciones para un futuro próximo.













2 comentarios:

  1. Interesante. Me recuerda a lo que analizaba Luttwak en su libro Parabellum. Coincido contigo en que los CVN tienen una capacidad limitada de proyectar fuerza. Si la han mantenido estos años es porque no se han tenido que enfrentar a una armada poderosa. No obstante, yo creo que la US Navy es consciente de estas limitaciones. La 2 GM en el pacífico es una buena muestra de como la combinación del bloqueo naval, guerra submarina, portaviones de ataque y de escolta y aviación estratégica pueden llevar a la victoria... Otra cosa es que puedan mantener el liderato en todo...

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  2. Con la actual restricción presupuestaria no podrán, tendrán que tener un porcentaje del gasto (sin contar guerras) en defensa del PIB a niveles reaganescos. Se lo pueden permitir pero no les veo con voluntad votando a pánfilos como Obama.

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