jueves, 1 de marzo de 2012

La "vana" esperanza de las sanciones para persuadir a Irán.



El natural desconcierto en las evaluaciones de inteligencia, sobre el programa nuclear de Irán, continúa inalterable. En el fondo, las evaluaciones de inteligencia casi no han cambiado desde hace bastante. En marzo de 2009, se dudaba en cuanto a la cantidad de uranio (aún por enriquecer) del que disponía Irán para hacer una bomba nuclear (Irán no tenía suficiente suficiente uranio enriquecido, ni había tomado la decisión de hacer la bomba; Irán sí tenía suficiente uranio, aunque no enriquecido).

En la actualidad, el director de la CIA (Panetta) cree que Irán sigue sin tener uranio enriquecido, y que ese país no ha tomado la decisión de comenzar a enriquecer el uranio. Además, en caso que tomase la decisión de enriquecer el uranio, y culminar la construcción de una cabeza nuclear portable en un misil, tardaría un año para lo primero, y un año o dos para lo segundo.

Desde Israel, el propio ministro de Defensa (Barak), dice que Irán está exagerando sus logros en cuanto a enriquecimiento de uranio se refiere. Afirma que a Irán le queda mucho aún por avanzar en centrifugadoras, y que exagera sus logros para intentar demostrar que ha alcanzado "un punto de no retorno". Suponemos que para así dar la impresión que un ataque preventivo contra su infraestructura de enriquecimiento carecería de sentido.

Teniendo esto en cuenta, es normal la evaluación de inteligencia que hizo el director de la DIA (General Burgess) sobre la intenciones de Israel: "Israel no ha decidido atacar Irán (de forma preventiva)." Además, Burguess dice que Irán tampoco tiene intención de iniciar un conflicto militar. Esta afirmación viene a colación de las amenazas iraníes de cerrar el estrecho de Hormuz, en represalia a las sanciones que le impondrán EEUU y la UE el 1 de Julio de este año. Y también, como evaluaba la comunidad de inteligencia hace unos años, cree el director de la DIA que Irán aún no decidido construir un arma nuclear (recuerden la evaluación de Panetta, un año más entre uno y dos, desde que se tomara la decisión), pero que, evidentemente, está expandiendo la capacidad técnica para realizar dicho procedimiento.

No obstante, en EEUU, partes de la administración Obama, creen cada vez con más fuerza, que Irán no será detenida en sus intenciones de ampliar el programa de enriquecimiento mediante sanciones. Pero también creen que las amenazas de Israel de atacar Irán son muy poco creíbles. Piensan que como las sanciones entran en vigor en julio, y habrá esperar unos cuantos meses (como mínimo) para ver sus efectos, y comprobar si logran persuadir a Irán o no (además de la elecciones presidenciales americanas de noviembre). Por tanto se estaría lejos de un ataque preventivo israelí. Se pospondría el calendario de los ataques y la posible guerra hasta noviembre (por lo menos).

Recapitulemos lo que hay sobre el tapete:

1) Irán quiere tener armas nucleares

2) está desarrollando la infraestructura para ello, como a) producir los explosivos nucleares, b) diseñar cabezas portables en misiles, c) desarrollar misiles balísticos, d) ocultar a la comunidad internacional grandes instalaciones donde desarrolla el enriquecimiento y las cabezas (como ocultar la planta de enriquecimiento de uranio de Fordo; o el impedir la entrada de los inspectores a las instalaciones de Parchin)

3) Irán no ha comenzado la fase final de enriquecimiento de uranio y construcción de cabezas nucleares

4) Irán no comenzará una guerra en julio, ni durante los meses venideros, para contrarrestar las sanciones de EEUU y la UE

5) Irán no será persuadida, por las sanciones de EEUU y la UE, de a) desmantelar su creciente programa de enriquecimiento de uranio, ni de b) abandonar el programa para probar mecanismos y diseños, que permitan la construcción de cabezas nucleares portables en misiles.

Con esta recapitulación hecha, vemos que cobra mucho más sentido las posturas de Netanyahu y el senador McCain. Este último, hace unos días, hacía pública una declaración, en la que se afirma que:

1) Irán no es un actor racional (para los no iniciados en Seguridad Internacional y Estudios Estratégicos: "no racional" no significa "loco", sino que la disuasión no funciona con ese actor, ya que está decido a realizar esa conducta determinada; por lo que los cálculos de costes y beneficios, de represalia y ganancia, no son efectivos, ya sea por motivos morales, religiosos, por calcular mal los costes y beneficios, las intenciones ajenas de represaliar o no, o los que sean)

2) Irán tiene intenciones para destruir a su archienemigo Israel, y de ser la potencia dominante en el golfo pérsico y oriente medio ( a) ahogando las incipientes democracias árabes, b) destruyendo a la potencia militar local principal, Israel).

Esta perspectiva, que se fundamenta en todo lo puesto sobre el tapete se basa en una premisa básica. Irán está decidido y no es disuadible. Ese país está dispuesto a asumir el coste y a pelear para salir a delante, dicidiéndose el asunto solamente mediante el combate: si termina teniendo armas nucleares y si será la potencia local principal, o no. De esa premisa se deduciría que, 1) no se puede disuadir que Irán detenga su programa nuclear, y 2) una vez tenga armas nucleares, no se podrán disuadir sus intenciones, esto es: a) destruir a Israel y b) ser la potencia dominante de la región. Por lo que toda la política militar que se está diseñando desde hace años en Israel, que consiste en prepararse para disuadir a un Irán con armas nucleares no será efectiva.

Irán se jugaría el todo por el todo, haciendo que estrategias militares del tipo MAD (Destrucción Mutua Asegurada, como método para impedir una escalada y un conflicto militar) y Guerra Fría, no fueran efectivas para el particular escenario actual de oriente medio. Por lo que se hace imperativo el atacar desde ya mismo, dicho programa nuclear. Bajo esta forma de ver las cosas, las intenciones de Irán son conocidas, evidentes, e inalterables. Por lo que el único remedio es intentar destruir las capacidades para anular dichas intenciones. Los efectos negativos y desestabilizadores del ataque vendrán tarde o temprano, con o sin ataque preventivo, y con el ataque (o ataques) por lo menos habrían muchas más probabilidades de anular las intenciones de Irán. Con el ataque preventivo no se perdería nada, y se podría ganar bastante.

Que las intenciones de Irán son las que señalan McCain y Netanyahu, no es sólo opinión de ellos, sino es que como desveló Wikileaks en su día, es también la opinión de la mayoría de los gobernantes árabes de la región. Estos dirigentes árabes piden encarecidamente a EEUU, que ataque a Irán, que es mejor lidiar con ellos ahora, sin armas atómicas, que cuando las tengan. Creen que ni las sanciones, ni la diplomacia, ni toda la tontería habitual pacifista de control de armamentos y desarme, lograrán cambiar de opinión al régimen iraní.

Es más, es cosa sabida desde hace años, que la región vive un conflicto internacional del estilo guerra fría. Al problema de las armas nucleares iraníes y su relación con Israel, se superpone la tradicional rivalidad entre árabes y persas, y entre suníes y chíies. Pormenores que son exelentemente relatados (en español) en este estudio publicado en el MEMRI.











Para los que creen que Irán sólo tiene propósitos defensivos para dichas armas, el debate se acabaría ahí. Al tener sólo intenciones defensivas, no haría falta disuadir y contener a Irán, que este país se hiciera con armas nucleares sólo haría de ese país un actor intocable en la escena internacional, pero no un depredador con patente de corso. Pero si el asunto fuera como se dice en la primera opción, si Irán si tuviese propósitos expansionistas y hegemónicas en la región, además de intenciones de destruir a Israel (tanto por antisionismo, como por objetivo práctico y necesario para lograr la hegemonía regional) se generaría una última cuestión. [Y recordemos que esa última opinión es la de la inmensa mayoría (o de todos) los gobernantes árabes (e israelíes) de la región, tal y como desvelan los cables de Wikileaks (y el sentido común)].




Es más, esa fue la historia de la misma Guerra Fría, que estuvo a un tris de ser caliente cuando lo de la crisis de Cuba, y cuando lo de las maniobras Able Archer del año 83. Por tanto, durante la Guerra Gría, en que ninguno de los dos contendientes tenía aspiraciones expansionistas en Europa (y con una política de disuasión mucho más elaborada que las que tendría Israel e Irán), estuvo por lo menos en dos ocasiones, muy cerca de ser caliente. Por lo que, muchas más ocasiones habrán, en que una guerra fría futura entre Irán e Israel (y otros países quizás), termine siendo caliente, ya que Irán sí tiene intenciones de expandir su control por la zona, así como de anular (destruir) la influencia del sionismo en la región. Para colmo con unas políticas de disuasión nuclear mucho más modestas. Es decir, una disuasión MAD tipo pobre (con mucho menos de destrucción mututa "Asegurada") tendría que enfrentar amenazas al régimen internacional mucho más desafientes y hostiles.


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