miércoles, 4 de mayo de 2011

Siria. El papel del ejército permanece incierto, conversaciones con el Ministro de Defensa.





El primer vídeo está sacado de la página de Facebook (The Syrian Revolution, y también The Syrian Revolution 2011) que coordina de alguna manera las revueltas en Siria. Según la traducción de esta noticia de Euronews, el soldado del vídeo afirma lo siguiente (demostrando las defecciones abierta y declaradamente en el ejército sirio):

"Nos ha sorprendido que las fuerzas de seguridad utilizaran armas de fuego para matar a la gente que se manifiesta y que dispararan sobre los niños y las mujeres de Harasta.Los oficiales nos han dado la orden de abrir fuego sobre todo lo que se moviera sin excepción, incluso sobre los niños y los ancianos aunque no llevaran ningún arma. Pero cuando estuvimos cerca de ellos soltamos nuestras armas y las mujeres y los hombres nos protegieron.

Cuando los oficiales vieron eso nos dispararon. Uno de mis compañeros, no quiero decir su nombre, fue herido en el hombro y hemos conseguido esconderle en otro sitio”

En el segundo vídeo puede verse como una manifestación es disuelta a balazos. Luego los manifestantes llevan a una persona mal herida unos metros y comienzan a ocuparse de él, pero un minuto más tarde, este grupo improvisado de auxilio es vuelta a ser tiroteado, pudiéndose escuchar perfectamente como las balas silban casi rozándolos. Está sacado de la versión en inglés para Facebook de dichas páginas, The Syrian Days Of Rage.

La situación concreta en Siria permanece confusa. Pero en esta noticia del Washington Post se relata muy bien la división dentro de la sociedad de ese país. La clase acomodada y educada no apoya la revuletas. Se dice como los habitantes del suburbio de Douma, de la ciudad de Damasco, tocaban en las puertas de los habitantes de Damasco pidiendo que se sumaran a las manifestaciones, pero que se negaron a hacerlo. Son los que saldrían perdiendo con una revolución, razón por la cual Damasco fue escenario de grandes manifestaciones en apoyo del régimen en las primeras fases de las revueltas.

Este segmento de la población asiste desconcertada a la guerra de información, entre los medios estatales, que cuentan como grupos terroristas atentan contra las fuerzas de seguridad y agitan el descontento en el país, para desestabilizarlo, y las noticias que muestran las duras represiones contra los manifestantes desarmados. No son pocos en este sector de la sociedad siria que creen en la teoría del complot extranjero para destruir el país mediante la agitación interna.

No obstante, la protestas cada vez son más numerosas, y poco a poco se va llegando a un punto de no retorno. Importantes figuras intelectuales se van sumando a las protestas, las ansias de cambio cada vez son más grandes, el miedo que produce el régimen es cada vez menor, y las propuestas de amplias reformas son insuficientes.

El hartazgo que por largos años tenían la mayoría de sirios con su dictadura, por la corrupción, las torturas, la pobreza y marginación, los abusos de poder, el cobro de impuestos revolucionarios por parte de la élite, el uso de las fuerzas de seguridad del estado para torturar y solventar así meros problemas personales, etc, no puede ser aplacado con vulgares reformas. La gente estaba harta desde hace muchos años, y saben muy bien que las reformas en la legislación no cambiará nada. En Siria el poder se ejerce de forma informal por un estado policial y militarista (Siria tiene las unos de los ejércitos más numerosos del mundo) que se salta la ley. Lo que quieren los que se manifiestan es un cambio de régimen, un compromiso y acuerdo político con la dictadura no es posible, como bien saben en Yemen, la única salida es un cambio rápido.

Pero en Siria las posibilidades de que se gestione una transición como en Yemen son a día de hoy muy remotas. Hay una gran cantidad de motivos para explicarlo, pero quién esté interesado que vea el debate de Al Jazeera de abajo, donde se deja meridianamente claro las complicaciones internacionales que encierra la crisis en dicho país (mucho mayores que las de Libia, Egipto, Bahrein, Yemen, o Túnez), por no hablar de lo constreñida que está la situación interna.



En Deraa la mezquita de Omairi, que catalizó las defecciones de parte de los militares de la 5ª División poniéndose de parte de la población y contra el régimen, parece ser que ha sido tomada. El régimen sigue lanzando ataques a esta ciudad, pero parece que no termina de ser tomada. Hoy también se informa que ha tomado la ciudad portuaria de Banias.

La dictadura de Bashar al-Assad durante estos dos últimos días ha comenzado a detener a una gran cantidad de personas, arrestando también a figuras opositoras conocidas, etc, con el ánimo de intentar decapitar las protestas y recuperar el miedo que imponía a la población.

Los manifestantes, aunque son conscientes de su creciente número y que probablemente la mayoría de la población siria está mucho más de su lado que del de la dictadura, también saben que no tienen armas y que no están tan bien organizados como el régimen. Saben que ellos no son capaces de ser una alternativa inmediata, y que si el régimen dicidiera emplear toda la violencia del Estado contra ellos podría aniquilarlos. Pero emplear tal violencia no es posible, visto lo visto en Deraa. La dictadura del Baas sólo puede basarse en limitadas fuerzas de plena confianza para ejercer la represión si no quiere que la violencia se vuelva contra ella.

Por tal motivo la oposición Siria se concentra en las fuerzas armadas sirias. Concratamente, por lo que se dice en esta noticia del New York Times, en la figura del ministro de defensa, el general Alí Habib. Según Radwan Ziadeh, de la universidad George Washington, y miembro de la Iniciativa Nacional para el Cambio. Esta plataforma (que lidera las protestas) ha entrado en conversaciones con miembros de la familia del general Habib, y estos les han dicho que Habib simpatiza con las demandas de los manifestantes.

Por tal motivo en las manifestaciones pueden escucharse cantos al ejército para que se unan a sus demandas y lideren una transición a la democracia en Siria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario