viernes, 5 de noviembre de 2010

Irak continúa desestabilizándose.



La situación política de Irak sigue dando señales de que bien podría estar descendiendo a un nuevo caos, como el que imperó entre los años 2003 y 2009. Los atentados contra la comunidad cristiana y la población chií de los últimos días no es sino la punta de un iceberg de desconfianazas, odios y desequilibrios de fuerza.

Es algo que salta a la vista a cualquiera que siga la actualidad política de Irak. De hecho, The Washington Times dice que según una auditoría del Departamento de Estado, la administración Obama podría estar exagerando la capacidad diplomática de Estados Unidos para contener las tensiones étnicas y sectarias sin la capacidad de sus fuerzas militares.

El informe se hace eco de las preocupaciones expresadas por algunos analistas de defensa americanos. Estos dicen que las ganancias en seguridad que se lograron tras trabajar muy duramente, podrían desaparecer si las fuerzas de EE.UU. dejan Iraq tal y como está programado.

La auditoría llama la atención que la incapacidad de los líderes políticos iraquíes para formar un gobierno de unidad, interfiere con la "tarea urgente" planeada por Washington de jugar un rol diplomático tras la retirada militar.

Stephen Biddle (personalidad clave en las evaluaciones que recomendaron al Surge de Petraeus) dice que será dificultoso para los diplomáticos de EE.UU. mantener constreñidas las rivalidades entre suníes y chiíes, y las de los arábes y kurdos, en ausencia de una presencia militar americana respetable.

Afirma que "normalmente, estabilizar una situación requiere una fuerza de estabilización (peacekeepers). Estos peacekeepers aunque sean soldados, no significa que sean menos importantes y valiosos como puedan serlo los civiles del gobierno. Al contrario, la fuerza de protección y seguridad es importante en estos entornos, y hacen cosas que los civiles del Departamento de Estado no pueden hacer."

La auditoría dice que los seis primeros meses de 2012 serán probablemene "especialmente peligrosos y una prueba extrema para los propósitos de EE.UU. y las capacidades de las fuerzas de suguridad iraquíes."

Otra preocupación central del informe son las tensiones largamente fraguadas en el norte de Irak entre árabes y kurdos, principalmente sobre el destino de la ciudad rica en petroleo de Kirkuk, que es reivindicada por ambos grupos.

De dicha preocupación se da cuenta en este artículo del The New York Times. Con la retahíla de documentos liberados por Wikileaks, en los que se retrata la larga historia de tensiones en el norte de Irak, también se revela los temores de algunas unidades americanas sobre qué podría suceder después de que las tropas americanas dejen el país a finales de 2011.

"Sin una fuerza militar influyente y de intereses limpios (no partidistas), como una tercera parte en la discordia, estas tensiones podrían volverse rápidamente violentas después de que las fuerzas de EE.UU. se retiren," alarmaba un informe de campo del 28 de septiembre de 2009.

El temor principal no es que los líderes kurdos busquen una confrontación con un gobierno central controlado por chiítas. El principal interés de los líderes políticos, dicen muchos expertos, es hacer que continúe el crecimiento económico de la región rica en petréleo.

Pero los políticos kurdos y arábes locales, y los miembros de las fuerzas de seguridad, podrían tomar cartas en el asunto en el caso de que las disputas de asuntos cruciales permanezcan sin arreglar tras el abandono de las fuerzas americanas, y que regularmente trabajan tras la escena para aliviar las confrontaciones.

Las disputas giran entorno al asunto del grado de federalismo que estaría permitido en el Estado iraquí, la ley del petróleo, la demarcación de fronteras regionales, etc. Estas disputas se complican con el hecho de que las fuerzas americanas recibieron con agrado la presencia de tropas kurdas, los pesmergas, en algunas partes del norte de Irak para combatir a los insurgentes.

Funcionarios de la administración de Obama han expresado sus esperanzas de que los kurdos participen en una nueva coalición de gobierno que acelere los largamente diferidos acuerdos sobre los asuntos cruciales mencionados, y que se haga una integración gradual de los pesmergas dentro del ejército iraquí. La administración Obama también está planeando abrir ramificaciones de las oficinas de la embajada americana en Irak en las ciudades de Mosul y Kirkuk, lo que facilitaría a los diplomáticos americanos influenciar en los asuntos árabe-kurdos una vez las tropas americanas dejen el país.

Los documentos de Wikileaks también demuestras que Al Qaeda en Mesopotamia busca explotar dichas tensiones.

En el Kurdistán dichas tesiones están soterradas, pero permanecen muy intensas. En Wikileaks está el caso de Atheel al-Nujaifi, un árabe-suní y entonces recientemente elejido gobernador de la provincia de Nínive, y que también era una figura polarizante para los kurdos. Las tensiones crecieron cuando el 7 de mayo de 2009 hizo pública su intención de visitar un pequeño pueblo al noroeste de Mosul (ciudad que los kurdos reclaman como propia), en la provincia de Nínive (fuera del Kurdistán), a un festival de ala delta.

Dos días después, el funcionario de enlace de el gobierno regional kurdo dijo que si el señor Nujafi "viajaba a las zonas controladas por los kurdos, podría suceder un incidente."

En un intento de aplacar la confrontación, Alexander M. Laskaris, encargado del Departamente de Estado para Mosul, llamó al gobernador y le advirtió contra la realización de dicho viaje.

En las proximidades del día de la celebración del festival, soldados americanos del Tercer Equipo de Combate de Brigada, de la Primera División de Caballería, fueron a inspeccionar la carretera. Lo que vieron contradecía la versión oficial de que pesmergas y soldados iraquíes tenían el objetivo común de luchar contra la insurgencia y los terroristas. Lo que vieron es que dichas fuerzas se comportaban como ejércitos enemigos.

Los pesmergas de un puesto de control en la carretera de Bashiqa dijeron que tenían órdenes de disparar al gobernador si intentaba pasar. Los soldados iraquíes en su propio puesto de control en las cercanías, informaron que tenían órdenes del mando militar iraquí en la provincia, de disparar a los pesmergas si disparaban al gobernador.

A esas alturas, el asunto había atraído la atención del Primer Ministro Nuri al-Maliki, quién también había tratado de disminuir el problema. Maliki ordenó al mando militar iraquí en la provincia que no dieran seguridad al viaje del gobernador, esperando que ello haría cancelar la visita. Pero no ocurrió tal cosa, ya que Nujaifi consiguió la protección de la policía local.

Finalmente se encontró una solución: el ministro de deportes y juventud en Bagdad canceló dicho festival. Mientras se resolvió el problema inmediato, el asunto fundamental permanece remanente.

Como decíamos en una entrada anterior en este blog, "Probablemente cientos de miembros de los Consejos del Despertar Iraquí (grupos árabes sunitas que se revolvieron contra el dominio de Al Qaeda en 2006 para aliarse con EE.UU., y que junto al Surge de Petraeus terminaron con la Guerra Civil Iraquí), se están pasando a las filas de Al Qaeda en Mesopotamia (...) Durante los últimos cuatro meses, la atmósfera ha estado cargándose entre los miembros del Despertar, que se encuetran en una situación esquizoide entre las fuerzas de seguridad iraquíes, que han arrestado cientos de antiguos y actuales miembros del Despertar acusándolos de terrorismo, y por las brutales técnicas de reclutamiento que emplea Al Qaeda."

Es en este contexto donde debemos encuadrar los atentados de los últimos días perpetrados por Al Qaeda en Mesopotamia, y que responden a su ya vieja lógica de provocar una guerra civil para intentar destruir a sus enemigos y hacerse con el control de la situación.

La cadena de atentados contra los chíes de esta semana no es sino una nueva edición de lo que se intentó con el el ataque contra la mezquita de Al-Askari en 2006, y que llevó a una guerra civil y sectaria que apunto estuvo de derrotar a EE.UU. y dejar en manos de la Al Qaeda de Al Zarqawi regiones enteras de Irak.

Al Qaeda mataba a suníes para ganar el control sobre dicha comunidad. Los suníes y Al Qaeda luchaban contra el gobierno iraquí (gobierno alienado y luego dirigido por chíes) y los ocupantes americanos, y además combatían y hacían masacres contra la población chií. Facciones chiíes también combatían contra los suníes, los americanos y sus aliados, y contra el gobierno. A esto se añade el problema kurdo.

La situación se solucionó, en la medida de la posible, cuando los suníes se cansaron de la opresión de Al Qaeda y se unieron a los americanos para luchar contra ellos y para contener la amenaza creciente de facciones chíes (como la de Al Sader) y de un Irak controlado por Irán. Además de aliarse con los americanos, decidieron dejar de boycotear al crecientemente poderoso Estado iraquí (y sus fuerzas armadas) y decidieron participar en las elecciones parlamentarias. Los chiíes menos próximos a Irán, con el creciente ejército iraquí y el refuerzo de tropas americanas que vino con el Surge, derrotaron a Al Qaeda y a las milicias Chiíes próximas a irán.

Una vez pacificado (no del todo) el país, se harían elecciones generales, se lograrían acuerdos políticos que no hiciera peligrar los intereses comunes y la seguridad. Las fuerzas suníes (Hijos del Despertar) se integrarían en las fuerzas regulares de iraq, lo que daría cierta garantía militar a los acuerdos políticos.En el pináculo de todo este edicificio, estaban las fuerzas americanas, que proveerían de seguridad actuando como fuerza neutral que facilitara los acuerdos políticos que harían finalizar la guerra. Mientras se sucedía el proceso político, las fuerzas de seguridad iraquíes habrían crecido lo suficiente y dominado los procedimientos para garantizar la seguridad contra cualquier clase de agitación por la violencia política.

Pero tras las elecciones, los políticos no se pusieron de acuerdo. Maliki, el primer ministro, que perdió las elecciones por poco, decidió que cualquier clase de negociación partiría de que se respetara su puesto como primer ministro. Esto chocaba con la realidad de que Alawi había ganado las elecciones y que pedía, legítamente, que él fuera el primer ministro. El punto muerto se dilató en el tiempo, y Obama comenzó a retirar las tropas americanas (que eran la base y pináculo de todo el tinglado), por lo que Maliki expezó a inclinarse a Irán, y hace poco anunció un acuerdo con las fuerzas iraquíes que apoya ese país. Por lo que los suníes ven ahora un gobierno chií hostil, desaparecer el apoyo americano y a Al Qaeda renacer (un poco) de sus cenizas. Además de ver como Irán comienza a tratar de reconstruir las antaño poderosas milicias chiíes.

Las tropas americanas se han marchado demasiado pronto (algo que muchos dicen desde hace tiempo), se marcharon antes de que el acuerdo se lograra y se implementara (única fécha límite que debió haber tenido encuenta Obama). Con el vacío de poder que dejan las fuerzas americanas los actores políticos se ven forzados (o beneficiados en el caso de Irán y Al Qaeda) a buscarse la propia vida y no a conseguir el bien común a todos los iraquíes. Quizás estemos viviendo el comienzo de un sálvese quien pueda que bien podría degenerar en otra guerra civil y en la partición definitiva del país.

En ese sentido, informa The Guardian, Ayad Allawi cree que la solución apoyada por Estados Unidos de alcanzar un acuerdo con el primer ministro Maliki no es viable. Allawi (Partdio Iraquiya) y el Partido del Consejo Supremo Islámico de Irak (CSII) han formado, con otros grupos menores, una alianza.

La defección del CSII (que con el Badr tiene 36 escaños) del bloque que formaban varios partidos con el de Maliki (Estado de la Ley) y su realineamiento con Iraquiya, deja a los kurdos (con 59 asientos) como el grupo clave que decidirá el próximo gobierno, ya que Maliki no podría ahora alcanzar la mayoría parlamentaria (163 escaños de los 325 que forman el parlamento) para ello.

Pero para complicar las cosas, el partido kurdo Goran, ha abandonado el bloque kurdo (por no atenderse sus demandas de más autonomía para le Kurdistán) disminuyendolo en 8 escaños. Por lo que la posibilidad de que nombrar a Allawi (uniendo los votos de Iraquiya, kurdos y CSII) como primer ministro podrían esfumarse.

1 comentario:

  1. Si es que hay lugares en el mundo en los que tu influencia es directamente proporcional al palo que puedas arrear. Allí el dinero y otros factores influyen mucho menos.

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